Cuánto cuesta reformar un baño: el desglose de precios por tipo de obra

¿Quién no se ha quedado mirando el espejo del baño, ponderando si ya toca darle una vuelta, y en ese preciso instante se pregunta con un nudo en el estómago cuánto costaría realmente meterle mano a todo esto? El presupuesto es ese monstruo escondido tras la cortina de la ducha: se le escucha, se le teme, se le supone. Puede que el cambio sea estético, un capricho de revista, o que la obra se convierta en un via crucis de facturas. Porque no solo está en juego el look de la casa, no, hablamos de euros, de decisiones, de esas discusiones en familia sobre grifería y azulejos que, mire, terminan como una telenovela turca. Al final, lo que importa es cuadrar los números, sopesar lo que pide la ilusión frente a lo que dicta el bolsillo y buscar ese punto de equilibrio que deja dormir tranquilo… o casi.

La visión general: ¿qué esperar cuando el baño pide reformas?

Quien haya escuchado que hay un precio universal, una cifra mágica, sepa que le mintieron. La reforma del baño juega en la liga de los matices y de los presupuestos camaleónicos, de esos que mutan según la calidad, el tamaño y la geografía. Ahora bien, sirva una pista: un baño pequeño, tirando de media (los típicos 3 o 4 m²) suele moverse entre 3.000 y 4.500 euros si la elección no se pone exquisita. Pero ay, que uno sueña con mármoles y sanitarios dignos de película, y el presupuesto cruza la frontera de los 10.000 como quien atraviesa una aduana sin papeles. ¿Madrid, Barcelona? Sume entre un 10 y un 20 por ciento porque allí todo sube (menos el ánimo). Ni olvide contar detalles que parecen nimios, pero suman: accesos difíciles, edificios viejos, mobiliario a la carta, mil y un remates. Eso sí, saber de antemano por dónde se va el dinero es la única forma de no llevarse algún susto de órdago.

¿Y los materiales? Ese universo de precios y acabados

Nadie se libra de la decisión eterna frente al catálogo: ¿qué poner y cuánto cuesta? Un azulejo «low cost» puede arrancar en 10 euros el metro cuadrado, mientras que el porcelánico bonito sube como la espuma hasta 45, 55… incluso 65 euros. El clásico sanitario blanco sin tacha ronda los 120 euros, pero si se le antoja el suspendido que se ve en Instagram, no baja de 400, y lo mira a la cara. Ahora, griferías, esas pequeñas joyas del baño: las hay cumplidoras, sin más, y las hay que deberían venir con bóveda de seguridad. El mueble de melamina, ese soldado anónimo del cuarto de baño, suele permitir arreglos entre 200 y 400 euros de media para lavabo y zona de almacenaje.

La clave está en decidir en qué invertir de verdad: resistir la tentación del derroche por puro postureo, apostar por lo que aguanta la batalla diaria… y aun así, lograr un baño bonito sin hipotecar el verano.

¿A cuánto asciende cada partida? Desglose y realidad

Si alguien piensa que bastan baldosas nuevas y ya, mejor que se siente antes de seguir leyendo. Reformar un baño es como una función de teatro con muchos actores: demolición, fontanería, electricidad, nuevos revestimientos, sanitarios brillantes, muebles que abren bien… y todo, mano de obra mediante. Para ese típico baño de 5 m², el reparto se parece bastante a esto:

Quien sabe en qué gasta cada euro gana en tranquilidad. Y, paso previo para evitar infartos, incluso abre una interesante vía de negociación.

¿Cuánto tarda una obra de baño realmente?

Atención, personas optimistas: sí, a veces la obra va fluida y dura entre 7 y 12 días (si no se cuela ningún invitado sorpresa). Si aquello solo es un lavado de cara exprés, con 4 o 6 días, hay esperanza. El tamaño influye, pero lo que pesa de verdad es la orquesta de gremios, la coordinación y ese tesón local para resolver la típica fuga, el cable maldito, la rosca que no aparece. Quien planea bien disfruta más, eso es así, y un buen pacto sobre plazos ahorra disgustos para cuando llegue el último repaso.

Factores inesperados en el coste: ¿por qué cada baño cobra una vida propia?

Hay que verlo. Cada reforma es un pequeño universo, lleno de variables, imprevistos y algún que otro giro de guion. Nunca falla.

Mano de obra: ¿cuánto se lleva el profesional?

No hay obra barata si la mano de obra no acompaña, y quien encarga el baño lo sabe. El albañil arranca en 18-28 euros la hora, el fontanero con sus trucos llega a 25-40 y el electricista tampoco se queda atrás. Si aparece algún arquitecto técnico, aquí la tarifa vuela. Las obras reales acaban dedicando de 1.000 a 1.500 euros en este concepto y si aparecen urgencias, más vale sentarse antes de abrir la factura.

Reforma parcial o integral: ¿cuánto cuesta realmente cada opción?

No hace falta tirar la casa (ni el baño) por la ventana siempre. Cambiar la bañera por ducha lleva la obra a un rango de 900 a 1.800 euros, ni más ni menos; quienes apuestan solo por renovar lo básico verán que el techo ronda los 1.200, pero una reforma total sube como la espuma y alcanza los 4.000 con la misma alegría que aparece una humedad en el techo. Todo depende del estado del baño: instalaciones y sorpresas raras inflan la cuenta sin avisar.

¿Dónde vive? La localización también pesa en el precio

Quien habita en el centro de una gran ciudad ya lo espera, pero quien no, se sorprenderá: la ubicación manda. En el corazón de Madrid o Barcelona reformar el baño cuesta hasta un 20% más. Ese mismo baño puede costar 5.800 euros de media en la capital y quedarse en 4.600 en ciudades más pequeñas. El ascensor, o su ausencia, eleva horas, esfuerzos y, por ende, el importe final.

Imprevistos: el gran enemigo invisible

¿Quién no ha vivido la típica sorpresa durante una obra? Un cable que descubre las entrañas de la casa, humedades cabronas, permisos que se eternizan en el limbo municipal… El consejo más oído: reserve un pequeño colchón de dinero para estas guerras, exija contratos y garantías. Parece obvio, pero cuántos olvidan anticipar y pagan el doble por los errores ajenos…

• Los baños viejos pueden esconder más de una trampa.
• Tener todo por escrito soluciona más de una disputa.
• Planificar suele evitar dramas, o por lo menos, reduce la factura emocional.

Las preguntas que se repiten al pensar en el presupuesto del baño

Va, que aquí todo el mundo comparte miedos y dudas, desde la cifra por metro cuadrado hasta ese temor a que la obra no termine nunca.

Mito o realidad: ¿cuánto vale reformar según los metros?

Esa pregunta que todos lanzan al aire: ¿y si mi baño es de 4, 6 u 8 m², en qué cifra se traduce? Pues la regla es esta: multiplíquese la superficie por el precio medio y ahí aparece el dato. Si es de 4 m² y normalito, la aventura empieza en 3.000 euros; uno de 6 salta a los 4.000-6.000, y si pasa de ahí, bienvenido al club de los baños amplios.

¿Dónde ahorrar? Materiales y calidad en la ecuación

No hace falta tirar de oro y mármol italianos. Las marcas españolas y gamas medias acompañan y permiten bañarse en dignidad y funcionalidad sin arruinarse. La receta que muchos siguen: grifería sencilla, muebles funcionales y cabeza fría en las compras. Cuestión de sensatez y de mirar las ofertas (pero con ojo, ojo).

¿Cuánto tiempo lleva meterse en una reforma de baño?

Si el baño es pequeño y la obra va lanzada, en menos de una semana se puede estar estrenando toalla nueva. Los baños más grandes, cerca de 12 días y cruzar dedos para que nada falle. Anticipar materiales, no improvisar con los permisos y tener todo atado hará que la convivencia con los albañiles no se alargue hasta Nochebuena.

¿Cómo pedir presupuestos sin meter la pata?

Antes de tomar una decisión de la que luego arrepentirse… analizar cada partida, preguntar sin miedo por los materiales, exigir que la letra pequeña quede clara desde el principio. Hay plataformas para comparar y pedir referencias: Habitissimo, Houzz, Plan Reforma, etcétera. Quien firma un contrato duerme más tranquilo, y algún que otro vecino le agradecerá que la obra no se eternice.

Más información